EL GRITO DE LA COSTA 1983-1995

“EL GRITO DE LA COSTA” 1983-1995

Este periódico que hizo honor a su nombre por haber sido durante más de doce años el grito de protesta por la deplorable situación de la Costa Pacífica, fue fundado en Nuquí (Chocó) por el nuquiseño J. Antonio Murillo Palacios el 10 de agosto de 1983. Las primeras ediciones fueron redactadas en el pueblo natal del director e impresas en Cali, pero a partir de la 121, un año después de su fundación, resolvió trasladar la sede a Buenaventura (Valle), aunque siguió imprimiéndose hasta el final en varias editoriales de Cali. Al lado izquierdo del título, generalmente en rojo. En recuadro denominado «oreja “se podía leer esta frase permanente:

«No aspiramos a otra gloria que al desarrollo integral de la Costa Pacífica”. Pronto obtuvo la licencia del Ministerio de Gobierno signada con el número 4537.El tamaño fue el denominado universal: 50 x 35. pero cuando más tarde fue impreso en litografía cambió varias veces de tamaño.

Durante las primeras cien ediciones que equivalen a los cinco primeros años (1983 -1988). “Grito de la Costa” cumplió a cabalidad su promesa de no aspirar a otra gloria que, al desarrollo de la Costa Pacífica, pero en vista del éxito del periódico y a que el nombre del director empezó a ser conocido, pensó en la suya. Para esto nada mejor que enganchar el mensuario al carro triunfante del más sagaz y habilidoso político de la década en el Chocó: Jorge Tadeo Lozano Osorio. Fue así como el periódico de J. Antonio Murillo (Toño) siguió, es verdad, gritando por el recóndito litoral pacífico, pero aI mismo tiempo lanzando alaridos en favor del movimiento lozanista (M.L.P.) y de su indiscutible caudillo. Se convirtió en el más obsecuente servidor de esa fracción del liberalismo en el Chocó y en defensor a ultranza de toda gestión administrativa del lozanísimo, así fuera la desastrosa de la gobernadora María Dolores Ramírez Mosquera.

Al final, el director de «El Grito de la Costa» obtuvo condigna recompensa. Con los votos del lozanísimo y con el irrestricto apoyo de Jorge Tadeo Lozano y de su pariente Reyes Murillo Sánchez, parlamentario en varias ocasiones y nuquiseño como él, J. Antonio Murillo, el pobre campesino que apenas había saludado algunos libros en la escuela de su villorrio, fue elegido Diputado a la Asamblea Departamental del Chocó, y, por esas componendas de los movimientos políticos, ocupó durante seis meses la presidencia de la alta corporación (1991). La vinculación a la política le sirvió a J. Antonio Murillo para darle nuevo aire a su periódico. Comenzó a venderse y a leerse en casi todas las ciudades del Chocó, amén del mercado asegurado en Buenaventura, Tumaco, Bahía Solano, Juradó, etc. Organizó las secciones como «sección política», «Grito-deportes», «Sociales», «Sabía Ud.» etc., contrató los servicios de periodistas de Quibdó para que le enviaran noticias frescas y, lo que fue más importante, comenzó a circular semanalmente. Tanta prosperidad lo llevó a adquirir maquinaria propia, pero como esta le resultó defectuosa y el periódico por lo tanto de baja calidad, decidió volver a las editoriales de Cali, pero ya no en tipografía sino en Offset.

Fue en estos momentos de auge y pujanza cuando Murillo Palacios dio a la estampa la revista de lujo «Pacifico Ensoñador» de la cual sólo aparecieron 7 ediciones. En 1994, cuando «El Grito de la Costa» había sobrepasado los diez años de labores y superado las 400 ediciones, la Asociación de Municipios de la Costa Pacífica Colombiana con fecha 21 de diciembre de 1994 expidió la Resolución No. 021 que a la letra dice:

«Por medio de la cual se hace un reconocimiento al mérito…»

«La Asamblea General de la Asociación de Municipios de la Costa Pacífica Colombiana en uso de sus atribuciones legales, especialmente las conferidas por el artículo 130 de los estatutos, y

CONSIDERANDO

A) Que es deber de la Asociación de Municipios conocer y exaltar los valores de las personas que siendo oriundas del Litoral Pacífico hayan apoyado con su labor al enriquecimiento de la cultura, al fortalecimiento de la democracia y los lazos de amistad entre los pueblos del Litoral Pacífico colombiano.

B) Que los medios de comunicación escritos representan un invaluable aporte para el desarrollo de los pueblos.

C) Que a lo largo de muchos años el periódico «El Grito de la Costa “ha circulado por toda la región del Litoral Pacífico Colombiano,

DECIDE

Artículo único: Reconocer y exaltar la labor desarrollada por el señor Antonio Murillo Palacios como director y propietario del semanario «El Grito de la Costa» durante más de 10 años al servicio de la información para los habitantes de la región.

Dada en Buenaventura a los veintiún días del mes de diciembre de mil novecientos noventa y cuatro del año 2.000 el material de este libro para cerrar la historia del periodismo en el Chocó, nos encontramos con la gran sorpresa. quién lo creyera La tenacidad, el coraje y el amoral periodismo de J. Antonio Murillo Palacios se habían sobre-puesto a cualquier persecución, contratiempo o dificultad. Pasado algún tiempo y cuando la tempestad en su contra amainó, el nuquiseño volvió a la brega periodística. «El Grito de la Costa» tornó a alzar su fuerte voz en defensa del Litoral Pacífico colombiano. Finaliza el 2.000 con la edición número 550. Es decir, que luego del aparente fracaso del año 95 ha logrado su periódico circular en más de 130 oportunidades. que hermoso es encontrar en esta historia del periodismo chocoano hombres de la talla y del perrengue de J. Antonio Murillo Palacios!

En la Hemeroteca de la Universidad Tecnológica del Chocó se poseen 10 ediciones que circularon entre Diciembre 1985 – diciembre 1982 y en la Biblioteca del Banco de la República de Quibdó las ediciones 18,19 y 23 de mayo a octubre de 1990

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