EL CHOCOANO 1899

Don Reinaldo Valencia Lozano en sus recuerdos de infancia sobre la prensa que a finales del siglo pasado y a principios de éste circulaba en Quibdó, dice que «parece que un poco antes de darle vida al periódico «EI Chiquito» el mismo señor Heliodoro F. González editó otro periódico, también de pequeño formato que se llamaba «El Chocoano», pero yo no lo conocí».

Hacia 1985 el taller gráfico del Banco de la República editó el primer volumen del catálogo general de la Hemeroteca Luis López de Mesa con sede en Santafé de Bogotá. En la página 45 del mencionado catálogo aparece la siguiente ficha:

«1899-PV-63. «El Chocoano». Quibdó. Directores: H.P. González y Pablo Perea Díaz. Quincenal 1899 número 8″.

Como salta a la vista debe haber un error de transcripción en lugar de H.P. debe ser H.F. (Heliodoro González).

Efectivamente, la Hemeroteca Luis López de Mesa conserva 10 ediciones de «El Chocoano». La primera del25 de diciembre de 1899 y la décima, del 15 de julio del mismo año, lo que quiere decir que aparecía cada 15 días.

Antes del título: República de Colombia y después de éste: Periódico Miscelánico.Directores H.F. González y P. Perea Díaz. Impreso en la imprenta de H.F. González, 4 páginas a dos columnas. Luego de las «Condiciones», de rigor en la época el primer número lo abrió con el editorial:

Prospecto:

«Tiempo a que se nota en el Chocó la falta de un periódico que sea vocero de sus necesidades y de sus ya visibles progresos… no pocos escollos encontraremos en nuestra senda de noveles periodistas, empero nada será valla inexpugnable que detenga nuestro paso para llegar a la anhelada meta…».

Bajo el título «Sueltos» publicaba en pequeños párrafos los acontecimientos de actualidad, los difuntos de esos días, los canjes con otros periódicos, etc.

En 1974 el abogado y periodista Marco Tobías Cuesta Moreno obtuvo del Ministerio de Gobierno licencia de utilizar el título «El Chocoano» para editar un periódico en Quibdó. Salió durante algún tiempo. En vista de que pasaron algunos años sin editarlo, el presbítero Marco Antonio Romero Parra, de Istmina, utilizó el mismo nombre, que tuvo que cambiarlo por otro, por cuanto el tiempo de caducidad del derecho obtenido por el primero no había concluido.

Pero sobre este periódico y el asunto de la involuntaria usurpación trataremos más adelante.

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